El agotamiento de los recursos naturales en general, y no solo de los combustibles fósiles, es un problema de primera magnitud que exige
una respuesta rápida y enérgica por parte de todos los estamentos sociales, desde gobiernos hasta ciudadanos, pasando por el propio tejido empresarial. El actual modelo económico global no es sostenible y se ve agravado por el progresivo crecimiento de la población mundial. Por esta razón, el modelo de economía circular por el que apostamos, se ha revelado como una solución no solo ante la escasez de recursos, sino también para paliar el acuciante problema de desempleo que azota a las principales economías occidentales.